32 mordiscos al día
Cada vez que un cerebro escucha “había, por lo menos, 200 personas”, rápidamente trata de traducir ese número en su mente visualizándolo, para intentar comprender su magnitud.
Si bien es cierto que, ante determinadas cantidades, la mente no consigue traducir esas cifras y solo viéndolo con nuestros propios ojos somos capaces de darnos cuenta de su dimensión.
Eso nos ocurriría, por ejemplo, si alguien nos dice que se comió 1.000 hamburguesas. ¿1.000 hamburguesas? Pues sí, y en 3 años. Pero lo más impresionante viene cuando nos enteramos que a los 23 años de comenzar su hazaña, su boca había llegado a ingerir la increíble cantidad de 25.000 unidades.
Esta es la historia de Don Gorske (“tengo cincuenta y tantos años y estoy retirado”), un apasionado de las hamburguesas nacido en Wisconsin que, en 1.972, a la edad de 16 años, empezó a comerse 2 hamburguesas diarias.
¿Que por qué? Pues por lo que parece ser una obsesión fetichista que le lleva a registrar todos los datos posibles en lo que a comer hamburguesas se refiere: por ejemplo, cada 16 mordiscos se come una, o lo que es lo mismo, su ritual diario se traduce en 32 mordiscos.
Una de las cosas más sorprendentes de esta historia es que Gorske asegura que mantiene unos niveles de colesterol bajo y no se acerca, ni por asomo, al sobrepeso.
Tras aparecer en el archiconocido documental Super Size Me, se hizo relativamente famoso. Por eso son muchos (o quizá no tantos) los que ahora se preguntan si será este impactante “logro alimenticio” el empujón que le faltaba para saltar definitivamente a la fama.