Sólido, líquido, gaseoso y en pausa
La cantidad total de agua en el planeta no cambia, pero sí que lo hace el estado del agua en sí y su ubicación. El ciclo hidrológico o ciclo del agua es un proceso de circulación y conservación del agua mediante el cual esta va pasando por los diferentes estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso.
El calor generado por el Sol hace que el agua de los mares, océanos, ríos y arroyos se evapore, lo que supone que el vapor generado ascienda, creando nubes. Al enfriarse, éste forma gotas de agua que terminan por llenar las nubes y acaban precipitándose a la tierra en forma de lluvia, nieve o granizo.
El agua procedente de dichas nubes penetra en la tierra y termina por llegar a los ríos o arroyos, quienes la conducen, un vez más, de vuelta al mar. Y el ciclo vuelve a comenzar.
Esto siempre ha sido así. Al menos hasta ahora. Y es que una artista de Chicago decidió parar el tiempo en el momento en que las gotas de agua se dirigían sin el más mínimo atisbo de duda hacia la tierra.
Stacee Kalmanovsky ha conseguido con su instalación Rain detener por un instante ese momento en que las gotas de agua están suspendidas en el vacío, creando una lluvia eterna, no por su continuidad infinita, sino porque no existe una sucesión de instantes que den continuidad a la precipitación en sí.
Las gotas que componen esta obra de arte en realidad están formadas por pedazos de cristal que, desde la distancia, simulan perfectamente el aspecto de la lluvia.
Aún más realismo aporta a la obra el echo de estar situada bajo una enorme cristalera recibiendo directamente la luz solar, aunque esta vez sin evaporarse.
Poder contemplar una obra de estas características puede ser una experiencia inolvidable para todos aquellos que, cuando éramos pequeños y a pesar de la insistencia de nuestros padres, salíamos a la calle los días de lluvia, levantábamos la cabeza hacia el cielo con la boca bien abierta y veíamos como las gotas se iban precipitando sobre nuestro risueño rostro.