Las consecuencias del estrés sobre la salud bucal
El estrés es muy negativo para la salud, sobre todo, a largo plazo. Sus efectos pueden ser percibidos en el aparato digestivo, el pelo e incluso en la salud bucodental. Por eso es vital llevar un estilo de vida tranquilo (dentro de lo posible). En este artículo te hablamos de las consecuencias del estrés en la boca.
Índice de contenidos:
1. El bruxismo, el principal efecto en los dientes (y el menos obvio)
Con el estrés prolongado, el pelo tiende a caerse y es posible notar molestias estomacales. Sin embargo, el bruxismo suele aparecer sin que lo percibamos, puesto que se produce mientras dormimos. Por esta razón, muchas personas no se dan cuenta hasta que ya notan sus consecuencias.
El bruxismo consiste en apretar y rechinar los dientes de manera involuntaria. Por lo general, se desencadena durante la noche, pero también puede suceder durante el día. Se estima que el 20 % de la población lo padece. Sin embargo, las mujeres jóvenes son más propensas, ya que su articulación temporomandibular (ATM) es más laxa.
¿Cuáles son los síntomas del bruxismo?
El bruxismo es de las consecuencias del estrés en la boca más perceptibles. Cualquier persona estresada está en el grupo de riesgo de este trastorno. Estos son los síntomas que indican la aparición de la patología, incluso en las fases más tempranas:
- Fatiga muscular en la mandíbula.
- Sensibilidad dental.
- Dolores externos (cabeza, espalda o cuello).
- Progresivo desgaste del esmalte dental.
- Dientes aplanados.
- Manchas en los empastes de tonalidad brillante.
Con el paso del tiempo, estas consecuencias pueden agravarse. De este modo, dan lugar a la fractura de dientes, sobre todo en su parte superior y en pequeñas porciones. Respecto a los dolores, pueden extenderse a los oídos o las cervicales. En la mayoría de los casos, los dientes se erosionan por el roce fuerte y continuo.
¿Qué hacer en caso de sufrir de bruxismo?
Lo primero que debes hacer es acudir al odontólogo. Así, podrá hacer un estudio de la situación y proponer una solución adecuada. Generalmente, la terapia para el bruxismo más eficaz es la férula de descarga (tipo Michigan, sobre todo). ¿Qué son las férulas de descarga? Este método tiene las siguientes características:
- Se adapta a la dentadura del paciente (está fabricada a medida).
- Conserva su posición y sujeción durante toda la noche.
- Está fabricada con silicona, un material biocompatible por su inercia química.
- Fuerza a la mandíbula a permanecer en reposo todo el tiempo.
Los efectos de esta solución se pueden observar a corto plazo. En este sentido, el cambio se percibe en unos días o en una semana. Eso sí, es fundamental que no pases varios días sin utilizar la férula. De hacerlo, tus dientes cambiarán algo su posición (lo hacen constantemente) y costará más mantenerla.
2. Herpes labial recurrente, pérdida de estética y molestia
El herpes labial recurrente es una enfermedad infectocontagiosa. Cuando se ha producido el contagio inicial, el virus del herpes simple se mantiene en los ganglios nerviosos. De esta manera, puede volver a liberarse en cualquier momento y provocar una nueva erupción. Estas son las circunstancias más frecuentes para su aparición:
- Estrés (suele ser la principal causa en determinadas personas).
- Fatiga o cansancio extremos y recurrentes.
- Embarazo o menstruación.
- Problemas emocionales.
- Exposición solar continuada y sin protección.
- Determinadas alergias combinadas con factores ambientales.
No hay que olvidar que el estrés afecta al sistema inmunitario. En consecuencia, las defensas del cuerpo pierden poco a poco la capacidad de realizar sus funciones. Por ello, las personas que sufren estrés y ya han padecido herpes son muy propensas a volver a sufrirlo.
La solución puede ser un antiviral de aplicación tópica, que tienes disponible en la farmacia. Ahora bien, es vital cubrir la erupción para no contagiar a otras personas.
3. Enfermedad periodontal, entre las consecuencias del estrés en la boca más graves
Diversos estudios afirman que el estrés puede estar detrás de ciertas enfermedades periodontales. Los elevados niveles de tensión continuada originan una pérdida en la capacidad de adherencia en los dientes. Por su parte, el hueso alveolar (que contiene los nervios y vasos sanguíneos) se pierde.
Es crucial acudir a la consulta desde que se observen los siguientes síntomas:
- Encías sensibles al tacto o roce de los alimentos.
- Inflamación o hinchazón de las encías.
- Cambio en la coloración de las encías (morado, rojo brillante o rojo oscuro).
- Sangrado recurrente de las encías.
- Pus entre los dientes y las encías.
En estos casos, el problema es más serio, así que la solución debe ser personalizada. Cualquier tratamiento debe estar prescrito y supervisado por un especialista en odontología. Descubre más sobre la enfermedad periodontal y cómo prevenirla.
4. Úlcera aftosa recurrente, difícil de paliar
La úlcera parece ser otra de las consecuencias del estrés en la boca. Las aftas aún son un objeto de debate, pero el estrés se encuentra entre sus posibles causas. La más aceptada es el déficit de vitaminas, que tiene a la tensión continua entre sus desencadenantes. Esto se debe a que la alimentación es la principal afectada por esta circunstancia, lo que produce un deficiente aporte nutricional.
Con un estilo de vida ajetreado se descuida la preparación de los alimentos. Los métodos más saludables, como la cocción o el horneado, suelen llevar más tiempo. Por ello, se dejan de lado fácilmente en favor de los fritos o rebozados. Así, las aftas son únicamente una de las consecuencias, pero la más evidente para la salud bucal.
Quienes padecen úlceras aftosas recurrentes deben llevar una vida saludable. De lo contrario, no hará más que aparecer, con las consecuencias que esto conlleva. Estas son las pautas más relevantes en estos casos:
- Realizar un análisis de sangre para concretar el déficit vitamínico.
- Adquirir un suplemento de vitaminas en la farmacia.
- Consumir frutas y verduras, incluso varias veces al día.
- Evitar la ingestión de dulces y productos con demasiada grasa.
Si la situación persiste, el especialista puede recomendar la administración de corticoides. Para las molestias, el tratamiento con paracetamol o ibuprofeno suele ser una buena opción, pero siempre bajo prescripción médica.
Como puedes ver, las consecuencias del estrés en la boca son muy variadas. Estas son solo algunas, así que es importante mantener hábitos saludables. Si bien es complicado de conseguir, llevar una vida calmada y relajada puede ser un estupendo medio de prevención.