¿Es posible llegar a mayor sin caries?
La mayoría de las personas da por hecho que de las caries dentales no tiene escapatoria, que sí o sí, aunque te cepilles los dientes, acabarás teniendo alguna, y en realidad no es así.
La caries es la enfermedad bacteriana más común a nivel mundial, y sin embargo, no es muy difícil de prevenir, hoy hablaremos de cómo hacerlo.
Al ser la caries dental una enfermedad multifactorial, han de confluir suficientes factores predisponentes para que se manifieste la enfermedad.
Los factores predisponentes de la caries dental son la alimentación, la higiene, la predisposición genética, el pH bucal, el nivel cultural y socioeconómico, y el más importante: el contagio del Streptococcus mutans -uno de los agentes bacterianos causantes de la caries dental.
Si confluyen todos los factores pero no ha habido contagio, no puede ocurrir la enfermedad, por lo cual es importante evitar, en la medida de lo posible, que ocurra el contagio –o al menos retrasarlo al máximo, cuando hablamos de niños pequeños.
Asimismo, debemos controlar siempre la mayoría del resto, tales como tener una buena alimentación, una buena higiene –cepillado e higiene interdental– al igual que evitar compartir cubiertos con un bebé, evitar soplar sobre su comida para enfriarla, etc.
La alimentación debe ser balanceada, baja en carbohidratos refinados, rica en vitaminas y minerales esenciales. El cepillado al menos dos veces al día o después de cada comida con una pasta dental adecuada a las necesidades de la persona es indispensable, así como la limpieza interdental con seda o cinta dental, cepillos interproximales o irrigadores bucales, que debe realizarse a diario. Asimismo, se recomienda acudir a revisión en la clínica dental cada 6 meses para detectar de forma precoz si hay caries en fase inicial y así poder frenarla a tiempo, antes de que progrese y produzca la cavitación en el diente.