¿Cómo cuidar de tus labios?
Nada enmarca mejor una buena sonrisa que unos labios saludables pero, a menudo, tendemos a prestarles menos atención que al resto de partes de nuestro cuerpo, aunque son precisamente una de las más sensibles. El frío, el viento, las calefacciones o el sol son algunas de las agresiones que pueden dañar nuestros labios. Atiéndelos como merecen siguiendo estos sencillos consejos.
Consejos para cuidar de tus labios
-
Índice de contenidos:
Protege tus labios de la radiación solar.
Los labios son muy sensibles a las agresiones externas. Por eso, es importante que siempre uses un protector solar labial adecuado cuando vayas a exponerte al sol, sobre todo si practicas deportes como el esquí o el montañismo, ya que, como recuerda el Colegio de Ópticos de la Comunitat Valenciana, por cada mil metros de altura el efecto dañino de la radiación solar aumenta un 15% y además, la nieve refleja el 80% de lo rayos solares. Elige productos que contengan vaselina, manteca de coco o karité y protector solar: mantendrá tus labios protegidos e hidratados durante más tiempo.
-
Hidrátalos también antes y después de exponerte al frío.
El frío y el viento, junto con la bajada de la humedad, producen sequedad e irritación en la piel. Las zonas más afectadas son las más expuestas, como los labios, las orejas y las manos.
-
Cuidado con las calefacciones.
La sequedad que producen las calefacciones en los interiores pueden resecar tus labios en exceso y acabar agrietándolos. Si pasas muchas horas en lugares con calefacción fuerte, asegúrate de mantenerlos hidratados bebiendo agua abundantemente.
-
Si practicas natación, bebe agua después de bañarte en la piscina.
El cloro puede resultar agresivo con tus labios, por lo que es recomendable aclararlos con agua potable después de cada baño.
-
No te humedezcas los labios con saliva.
Sólo conseguirás notarlos frescos durante un corto periodo de tiempo, pero después estarán más resecos que al principio. Si necesitas hidratarlos, opta por beber agua o comer fruta.
-
Evita respirar por la boca, especialmente mientras duermes.
La corriente continua de aire reseca los labios, especialmente si se mantiene constante durante un largo periodo de tiempo como es el sueño.
-
Mantén una dieta rica en vitaminas A y E.
Presentes en alimentos como la lechuga, la zanahoria, el melón, el kiwi, las almendras o las aceitunas, estas vitaminas son las dos de las principales responsables de la salud de tus labios.
-
No compartas tus productos labiales con nadie.
Es una de las formas más sencillas de contraer infecciones labiales como el herpes.
-
Si te salen pieles en los labios por la sequedad o el frío, ¡no tires de ellas!
Puedes provocarte una herida sangrante y favorecer la posterior aparición de infecciones.
-
Cuidado con los alimentos salados, ácidos y picantes
Pueden resecar tus labios. Para contrarrestar su efecto, bebe abundante agua después de ingerirlos para evitar que queden en contacto con tus labios demasiado tiempo.
-
¡No fumes!
El tabaco no sólo afecta a tus dientes y encías si no que también mancha los labios y los irrita, haciéndolos más sensibles a las agresiones.