¿Cómo afecta el estrés a la boca de los más pequeños?
Es innegable que vivimos en un mundo de estrés: el trabajo, la familia, las prisas… ¡Quién fuera niño otra vez!, los únicos inmunes a este ritmo frenético, abstraídos de la realidad en su mundo de juegos y diversión. Pero al parecer ni ellos se salvan. Según la Sociedad Española de Estudios de Ansiedad y Estrés, existe un aumento preocupante del estrés entre los más pequeños, cifras que oscilan entre el 8% en la población infantil y el 20% en adolescentes. ¿Y qué tiene que ver esto con la boca de los niños? Pues mucho, ya que es una de las partes del cuerpo más sensibles al estrés y se ve afectada a diversos niveles:
- Efectos psíquicos: una alimentación compulsiva y habitualmente rica en azúcares, incrementa el riesgo de caries.
- Fisiológicos: aumentan los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, lo que provoca alteraciones en el sistema inmunitario, y también se produce una disminución de la secreción de saliva y el ambiente oral se hace más ácido, favoreciendo la aparición de erosión y caries.
- Conductuales: alteraciones en la dieta, aparición de hábitos compulsivos como chuparse el dedo, mordisquearse las mejillas o el labio, succión del labio inferior, bruxismo y abandono de la higiene bucodental, que pueden afectar de manera directa o indirecta a su salud bucodental.
Teniendo en cuenta que la infancia es una fase importante en la formación de los dientes, es recomendable reducir las posibles situaciones de estrés. Además, hay que insistir en generar el hábito de cepillarse los dientes como mínimo 2 veces al día o después de las comidas durante al menos 2 minutos con una técnica correcta y con los productos que mejor se adapten a ellos. La gama VITIS junior consta de un cepillo con filamentos suaves y redondeados y un gel dentífrico (con flúor y xylitol) poco abrasivo para el cuidado ideal de los dientes y encías de los niños.
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