No cocines, ¡crucina!
Se acabó el calor en la cocina, por lo menos el de los fogones, hornos y freidoras a altas temperaturas que sofocaban incluso a los chefs más distinguidos del panorama mundial. 41oC, la temperatura más elevada producida por el sol, es la máxima a la que están expuestos los alimentos consumidos por los crudiveganos.
¿Por qué discriminar a los fogones? La respuesta es sencilla: los alimentos crudos mantienen todas sus propiedades y nutrientes intactos.
Pero las limitaciones de su dieta se extienden mucho más allá de la temperatura: no consumen ningún alimento de origen animal (excepto la leche materna), como carnes, pescado, leche y sus derivados, huevos…
Ellos no cocinan, crucinan, y utilizan verduras, frutas, hortalizas, frutos secos, semillas, algas y germinados de producción ecológica y de temporada. Todo muy saludable.
Cerca de 1 millón de estadounidenses se declaran crudiveganos, y esta corriente está causando sensación en Hollywood. Actrices como Natalie Portman, Demi Moore, Uma Thurman o Alicia Silverstone se declaran crudiveganas y son el mejor soporte publicitario de este estilo de vida.
Ahora los que promueven que “cocinar los alimentos es antinatural” tienen un nuevo templo en Madrid: Crucina, el primer restaurante crudivegano gourmet de España y el primero de Europa que apuesta por una carta exclusivamente crudivegana.
Aunque no hace falta ser crudivegano para disfrutar de sus excelentes recetas. Basta con dejar a un lado los prejuicios y preparar los sentidos para un espectáculo de olor, sabor, colores y, sobre todo, salud.
¿Que si tienen postres? ¿A qué esperas para comprobarlo?