Comer con brackets

25 de septiembre de 2025
Ortodoncia, Curiosidades

Aunque los brackets son pequeños, cambian por completo tu forma de alimentarte. Cambios que se deben dar para proteger la ortodoncia, cuidar los dientes y no alargar el tiempo del tratamiento. Si quieres aprender qué debes hacer y qué no debes hacer a la hora de comer con brackets, sigue leyendo.

Índice de contenidos:

¿Qué alimentos evitar al comer con brackets?

Lo primero que debes tener claro es que no todos los alimentos son amigos de tus brackets y que, por esto, deberás hacer algún que otro sacrificio. Hay tres tipos de comidas que debes evitar:

Alimentos duros: manzanas enteras, zanahorias crudas, frutos secos, cortezas de pan duro, palomitas o caramelos duros. Al morderlos puedes despegar un bracket o doblar un alambre.
Alimentos pegajosos: chicles, caramelos masticables, toffees o golosinas. Se quedan atrapados entre los brackets y son una pesadilla para la higiene.
Alimentos crujientes o muy fibrosos: galletas duras, nachos, maíz o carne con hueso. El riesgo es que queden restos difíciles de limpiar o que se rompa alguna pieza.

¿Y qué pasa si ignoras estas recomendaciones? Sencillo: visitas extra al ortodoncista, retrasos en tu tratamiento, dolores innecesarios y mayor gasto.

¿Qué se puede comer con brackets recién puestos?

Ya ha quedado claro lo que debes evitar; veamos ahora lo que sí es recomendable consumir. Para empezar, recordemos que los primeros días con brackets suelen venir acompañados de sensibilidad y molestias. Entonces, es importantísimo optar por comidas blandas y fáciles de masticar como:

Purés y cremas de verduras
Yogur, gelatina, flanes o natillas
Patata cocida o en puré
Huevos revueltos u omelette
Smoothies y batidos de frutas
Pasta suave, arroz blanco, sopas tibias

Cómo afecta la alimentación al tratamiento con brackets

Nuestra dieta influye en nuestros niveles de energía diaria y en cómo nos sentimos físicamente. Por eso, no debe sorprenderte que también sea un factor decisivo en el éxito del tratamiento ortodóntico y en la comodidad que tendrás a lo largo del proceso. Dicho de otra forma, lo que eliges comer cada día puede acercarte a tu sonrisa ideal o retrasarla. Y es que cuando la alimentación no es la adecuada, los riesgos aumentan:

Rotura de brackets o alambres, lo que alarga el tratamiento y puede generar molestias adicionales.
Mayor acumulación de placa y riesgo de caries, ya que los restos de ciertos alimentos son más difíciles de limpiar.
Manchas blancas alrededor de los brackets, que aparecen por una higiene deficiente combinada con dietas ricas en azúcares.
Halitosis y sensibilidad dental, consecuencia de una mala limpieza y del consumo excesivo de alimentos irritantes.

En cambio, llevar una dieta equilibrada mejora tu salud general y también te ayuda a que la ortodoncia sea más llevadera:

El calcio (presente en lácteos, verduras de hoja verde o almendras molidas) fortalece dientes y huesos, esenciales para que los movimientos dentales sean más efectivos.
Las proteínas (como pescado, pollo blando o legumbres cocidas) favorecen la regeneración de tejidos y la adaptación de tus encías.
Los vegetales cocidos y frutas blandas también reducen la inflamación y hacen más cómodos los primeros días con brackets.

Recomendaciones para comer fuera de casa con brackets

Salir a comer con brackets no tiene por qué convertirse en una pesadilla. Con algunos trucos podrás disfrutar de reuniones familiares, cenas con amigos o una comida rápida sin sufrir por tu ortodoncia. Solo debes saber elegir bien lo que comes y cómo lo comes.

¿Pizza? Sí, pero con truco. Elige masas finas y blandas, mejor si son estilo napolitano o caseras. Evita la orilla dura y corta cada porción en trozos pequeños en lugar de morder con los dientes delanteros.

¿Palomitas en el cine? Mejor no. Aunque parezcan inofensivas, son uno de los mayores enemigos de la ortodoncia. Las cáscaras se incrustan entre brackets y encías, pudiendo causar heridas o inflamación.

¿Pan de molde? Adelante. Este tipo de pan blando es un aliado perfecto, no requiere esfuerzo al masticar y no dañará el aparato.

En restaurantes, juega siempre sobre seguro y opta por platos suaves como pasta, arroz, purés, pescados al horno o pollo sin hueso. Evita carnes duras o cortes difíciles de masticar. Y si tienes una reunión social, si te es posible, lleva siempre una botella de agua. Te ayudará a arrastrar restos de comida, mantener la boca fresca y evitar la acumulación de placa hasta que puedas cepillarte.

Higiene bucal después de comer con brackets

Para finalizar con este post, no podemos dejar pasar los hábitos de higiene bucal. Porque sí, la verdadera batalla no está solo en lo que comes, sino en lo que haces justo después. Los brackets son como pequeños imanes para los restos de comida, y si no se limpian a fondo, pueden convertirse en caries, manchas antiestéticas o incluso retrasar tu tratamiento. Para cuidar tu sonrisa, ten en cuenta estas recomendaciones:

Cepíllate después de cada comida con un cepillo de cerdas suaves o un cepillo especial para ortodoncia. Recuerda hacerlo en ángulo, llegando bien a la zona entre brackets y encías.
Usa hilo dental específico para brackets. Los enhebradores e hilos diseñados para ortodoncia facilitan mucho la tarea de limpiar por debajo del arco.
Incluye un irrigador dental en tu rutina. Es perfecto para eliminar restos que el cepillo no alcanza.
Enjuágate con un colutorio sin alcohol. Así eliminarás bacterias y mantendrás un aliento fresco durante todo el día.

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En conclusión, llevar brackets no significa renunciar a disfrutar de la comida, pero sí aprender a elegir mejor lo que comes. Evita lo que puede dañar tu ortodoncia, apuesta por alimentos blandos en los momentos de más sensibilidad, cuida tu dieta para fortalecer dientes y, sobre todo, mantén una higiene impecable. Escucha siempre a tu ortodoncista y no olvides que un pequeño cambio en tu alimentación hoy puede ahorrarte meses de tratamiento mañana.