Low cost
Hay quien dice que lo barato siempre sale caro, pero cada día está más en auge el mundo del low cost. Festivales de música, entradas para el teatro, billetes de avión, estancias en hoteles, alquiler de coches…
Todo tiene ahora su tarifa económica y, si no llega a ser por esos precios reducidos, nos costaría mucho más poder darnos esos pequeños caprichos que necesitamos de vez en cuando.
Puede que el asiento en el avión no sea el mejor, que el hotel no tenga 5 estrellas o que desde la platea no se vea del todo bien, son riesgos que hay que asumir.
Eso sí, cuando hablamos de temas de salud, el concepto “low cost” suele generar dudas. Y es lógico, porque ahí no nos la podemos jugar.
Sin embargo, hay ciertas cosas con las que podemos mejorar nuestra salud bucal, prevenir enfermedades como la gingivitis y la periodontitis, y que a la vez son económicas, como alargar un poco el cepillado de dientes después de cada comida. Cepíllate los dientes 3 veces al día durante 2 minutos, y si puedes que sean 3.
La seda y la cinta dental son herramientas que nos pueden ayudar mucho a mantener una correcta higiene bucodental de forma económica y con poco esfuerzo.
Una pasta de dientes adaptada a tus necesidades, así como el cepillo de dientes y el colutorio, son productos asequibles que nos ayudan a tener la boca en perfectas condiciones.
No podemos olvidarnos de ir al dentista dos veces al año a hacernos una higiene bucal completa. Muchos seguros médicos ya incluyen este servicio en las pólizas, así que no tenemos excusa.
Y, por supuesto, la mejor forma de ahorrar es dejando de gastar: en tabaco, té, vino tinto… todas esas cosas que pueden variar el color de nuestro esmalte dental y dejarlo amarillento, así como controlar el consumo de dulces, que podrían ocasionar caries en nuestros dientes.