Cuida tu boca en verano
Los chiringuitos de playa, los hoteles y las piscinas municipales tienen más trabajo en estos meses que en el resto del año. También el sol está a pleno rendimiento, lo cual está muy bien porque podemos disfrutar de días más largos y calurosos, pero también tiene su parte negativa: hay que tener mucho cuidado con cómo afectan sus rayos tanto a nuestra piel como a nuestros ojos. Por eso es importante ir siempre preparados y llevar siempre encima unas gafas de sol y una crema de protección solar.
Pero estas no son las únicas partes del cuerpo que sufren en verano. El calor también afecta a nuestra salud bucodental debido a la falta de hidratación. La boca se nos seca, la densidad de la saliva aumenta, por lo que pierde parte de sus propiedades lubricantes. Para mejorar esta situación es recomendable beber agua y bebidas sin azúcares ni alcohol, además de comer frutas y verduras.
Además de más calor, en verano también solemos tener más tiempo libre. Esto nos facilita las cosas a la hora de acudir al dentista, pero por norma general se produce el efecto contrario: durante esta época dejamos el cuidado de los dientes un poco al margen y se reducen las visitas al dentista.
Como hemos visto, los enemigos de nuestra higiene bucodental no descansan en ningún momento, por eso en la temporada estival también debemos estar alerta.
Mantén unos hábitos saludables, acude al dentista, cumple con el cepillado de dientes durante 2 minutos 3 veces al día ¡y disfruta de tu verano!