Los Dientes de los más famosos
¿Sabías que Napoleón nació solo con 26 dientes? Eso sí, esta falta de dientes no le supuso un problema para nombrarse emperador de medio mundo.
Al que tampoco le molestó su falta de dientes fue al presidente americano, George Washington, ya que cuando asumió la presidencia solo tenía uno. La leyenda cuenta que llevaba una dentadura postiza hecha de madera, pero la realidad es que llevó varias hechas con huesos, marfil, tornillos de bronce e incluso dientes humanos.
Sonrisas de cine
Son muchos los famosos que han tenido que lidiar con problemas dentales pero hay algunos que incluso han maltratado su dentadura a propósito.
Una de estas celebridades que “sacrificó” su sonrisa es Brad Pitt. Durante el rodaje de “El club de la lucha”, este actor fue al dentista para que astillara una de sus palas y adaptarse mejor al papel. Después de rodar la película, los volvió a arreglar.
También Jim Carrey alteró sus dientes para interpretar a un personaje. El humorista tenía una pala rota y se la había arreglado hacía tiempo, pero se quitó las fundas para dejar al descubierto sus dientes mellados en “Dos tontos muy tontos”.
Dientes para la historia
A lo largo de la historia hay muchas curiosidades relacionadas con algunas de las sonrisas más famosas.
Wiston Churchill, por ejemplo, hizo que su dentadura postiza estuviera diseñada de forma que pudiera mantener su característico ceceo.
El conde Robert de Montesquiou, aristócrata y poeta francés del siglo XIX, tenía los dientes tan pequeños y ennegrecidos que siempre se cubría la boca al reír. Este gesto se convirtió en moda haciendo que otros como Marcel Proust le imitaran.
El diente más famoso
Pero el diente que más destaca es el de Buda. Este diente se conserva como objeto divino en el Templo del Diente en la ciudad de Kandy, en Sri Lanka. Es una de las reliquias más importantes del mundo que atrae cada año a millones de budistas y turistas de todo el mundo, en este post del blog de VITIS encontraréis más detalles.