Lactancia materna, biberones y su relación con el desarrollo de la cavidad oral
La forma de alimentar a un niño en edad lactante, bien sea mediante el amamantamiento o el uso de biberones que contengan leche materna o fórmulas artificiales, van a establecer grandes diferencias en el desarrollo de su salud bucal.
Las estructuras bucomaxilofaciales intervienen de diferentes maneras según la alimentación que tenga el lactante. De esta forma vemos que un niño alimentado al pecho va a realizar un trabajo muscular que contribuye a estimular el pecho de su madre de manera que este produzca más leche, a la vez que lo vacía e ingiere la leche.
Gracias a este esfuerzo muscular, comenzamos a entrenar o a ejercitar los músculos que más adelante se verán involucrados tanto en la masticación como en la fonación y el desarrollo del lenguaje.
Cuando en cambio, alimentamos a un niño en edad lactante con biberón, nos estamos perdiendo todo este trabajo muscular, ya que la salida de leche del tetero es prácticamente un goteo pasivo. De esta manera, los músculos no están estimulándose de forma adecuada, además de que dadas las características de la tetina como elemento rígido (versus el pezón y la areola de mamá que son mucho más blandos y flexibles), quedaría ubicado en la boca en una posición diferente.
Durante la lactancia materna el pezón queda estirado dentro de la boca del bebé, llegando su punta hasta el límite entre paladar duro y blando. En cambio durante la alimentación con biberón, la punta de la tetina llega aproximadamente a mitad del paladar duro. Siendo la mamila un objeto duro en comparación con el pecho materno, podemos inferir que también deformará en cierta medida el paladar, adaptándose éste a su forma.
Para finalizar, quería comentarles las conclusiones de un estudio realizado en la Facultad de Odontología de Sevilla en el cual se evaluaron 1600 niños en edad preescolar con la finalidad de conocer los efectos de la lactancia materna sobre el aparato estomatognático:
… la lactancia materna, mediante un sistema neural dispuesto para captar el pecho materno, realizando, eficazmente la succión, favorece un correcto posicionamiento de las arcadas y con ello, una buena oclusión dentaria, entendiendo por oclusión, las interrelaciones entre los dientes superiores e inferiores, cuando las arcadas están cerradas. Evita los apiñamientos y facilitan la respiración nasal eliminando el patológico efecto de una respiración oral y sus consecuencias en el desarrollo articulatorio fonético”.