Miénteme
Un libro de Stephen King, un videojuego, una agencia de publicidad o un buffet de abogados. Los creadores de las series de televisión buscan inspiración en fuentes muy diversas, siempre con el objetivo de contar la mejor historia, la que más llantos provoque, la que nos haga reír a carcajadas…
En la famosa serie estadounidense Lie to me (en castellano Miénteme), un psicólogo resuelve casos criminales gracias a un don especial: es capaz de detectar si la gente miente o dice la verdad analizando la expresión de su cara, sus gestos y su voz.
La historia está basada en los resultados de las investigaciones transculturales de Paul Ekman, un famoso psicólogo de la Universidad de California, experto en el estudio de las emociones y el lenguaje corporal.
Paul estaba convencido de que la expresión facial de las emociones tenía un origen cultural, por eso, hace más de 40 años, comenzó sus investigaciones. Pero después de estudiar a más de veinte culturas en todo el mundo, corroboró una realidad que Charles Darwin ya había detectado: las emociones básicas -y su expresión- son innatas y producto de la evolución.
Los 43 movimientos musculares responsables de todas las expresiones humanas que Ekman registró, ahora pueden ser estudiados por cualquiera para llega a identificar las micro expresiones más relevantes que se producen en el rostro humano. Todo gracias a un programa de entrenamiento que ha creado en su página web.
“La voz puede mentir, el cuerpo no”, reza el eslogan de la serie. Por eso, aunque de nuestra boca puedan salir de vez en cuando algunas mentirijillas, siempre es mejor mantenerla bien limpia.