Un vecino perfecto para el viaje
El que no abre la boca y el que no la cierra. La madre con su bebé, el que entra en pánico, el del ataque de tos, la de la mascota pesada, el de la colonia insoportable… ¿Te acuerdas de esos viajes en que la persona que se sentaba a tu lado era la mayor incógnita? Pues ahora queda a tu elección que eso se vuelva a repetir.
Y es que, aunque los medios de transporte seguirán siendo los mismos (por lo menos de momento), es posible que nunca más vayamos a llevarnos una sorpresa con la persona que nos acompañe durante el trayecto.
Cada vez son más las compañías de transportes que se apuntan a la idea del “social seating”. Esto consiste en que, a través de nuestras cuentas en las redes sociales, la empresa encargada del transporte cruzará nuestros datos con los del resto de pasajeros. De esta forma, situará en lugares cercanos o contiguos a las personas que tengan intereses comunes, que tengan un puesto de trabajo similar… y así convertir el viaje en una experiencia que puede resultar mucho más productiva.
Si pensamos en trayectos cortos puede que esta herramienta no tenga demasiada utilidad (sobre todo si eres de los que aprovecha para echar una cabezadita), aunque siempre será más agradable viajar al lado de una persona “compatible” con nosotros. Pero puede ser mucho más provechosa si se trata, por ejemplo, de “atravesar el charco” o realizar un viaje entre varios países.
A estas alturas de la película ya hay varias compañías aéreas que han ofrecido vuelos con “social seating”, pero, aún y así, seguro que seguirá habiendo personas que prefieran ir a la aventura y disfrutar de una experiencia espontánea.