Consecuencias de los hábitos de succión desde el punto de vista odontológico

Chupete

Uno de los hábitos relacionados con la salud bucal que más preocupa a los padres de niños pequeños son los hábitos de succión. Para comprenderlos, es imprescindible ir al origen de ese comportamiento y tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • El ser humano nace con el instinto de succión -diseñado para su supervivencia- que lo lleva a buscar el pezón de la madre al nacer, engancharse con la ayuda del olfato (el calostro, o “primera leche” huele igual que el líquido amniótico, lo cual ayuda al bebé a orientarse al nacer) y mamar.
  • Por otra parte, algunos niños ya maman dedo in utero, por lo que se trata de un hábito bien arraigado, y difícil de dejar.
  • La succión digital y del chupete aportan bienestar, ayudan al niño a relajarse y NUNCA deben ser usados como sustituto de confort, presencia, consuelo y brazos de un adulto cuidador.
  • Lo que el niño busca instintivamente es el pecho materno, si le damos un chupete, es usualmente a conveniencia del adulto, no “por el bien” del pequeño.
  • Según Kathererine Dettwyler, investigadora y autoridad indiscutible a nivel mundial en el tema de la edad antropológica de destete espontáneo en el ser humano, ésta se encuentra entre los dos y medio y los siete años de edad. Por esta razón, si no llevamos a cabo una lactancia a demanda y a término, debemos tener presente que es probable que el niño continúe con la necesidad de succión hasta ese momento en el cual hubiera ocurrido ese destete espontáneo de habérselo permitido.
  • Sabiendo esto, y habiendo una lactancia a demanda, es probable que deje el hábito de succión en torno a esas edades.

Aunque no existe una edad como tal para dejar los hábitos de succión, desde el punto de vista odontológico, lo recomendable es dejar el chupete antes de los 18 meses, y la succión digital antes de que aparezcan en boca los dientes permanentes anterosuperiores (incisivos y caninos de arriba).

Ahora bien, otra duda que a menudo surge tras conocer estos datos es la siguiente:

¿Por qué si la edad antropológica de destete espontáneo se encuentra entre los 2 y medio y los 7 años, se recomienda dejar dedo y chupete mucho antes?

La razón es sencilla, porque el pecho se amolda a la boca al ser muy blando, y con el chupete y el dedo, sucede precisamente lo contrario; se amoldan las estructuras bucomaxilofaciales a estos “cuerpos duros”, produciendo una deformación de las mismas.

Veamos los efectos de la succión digital o del chupete desde el punto de vista odontológico entonces, sabiendo que si dejamos el hábito a tiempo, durante la dentición primaria, éstos pueden remitir espontáneamente:

  • Dientes superiores inclinados hacia el frente y hacia arriba (labioversión).
  • Dientes inferiores inclinados hacia abajo y hacia dentro (linguoversión).
  • Alteración de la mordida, que suele ser abierta.
  • Estrechamiento del arco superior.
  • Profundización del paladar.
  • Pérdida de tonicidad muscular en el labio superior (hipotónico).
  • Aumento de tonicidad muscular en el labio inferior (hipertónico).
  • Si el hábito persiste más allá de la erupción de los dientes permanentes anteriores y durante la dentición mixta (de los 6 a los 12 años de edad), pueden producirse estos cambios en el alineamiento dental y mordida en sus dientes permanentes.

En una próxima entrada, hablaremos de diferentes maneras de dejar estos hábitos de succión, cuáles son recomendables y cuáles no, y por qué.