Cuidado de las encías en situaciones específicas

Cuidado De Las Encías En Situaciones Específicas

Cuidado de las encías en situaciones específicas

Las encías, frecuentemente ignoradas, desempeñan un papel fundamental no solo en la protección de los dientes, sino también en la prevención de enfermedades. Cuidar adecuadamente de las encías es un aspecto clave para mantener una buena salud bucal.

Veamos entonces cómo cuidar de las encías en distintas situaciones, desde el embarazo hasta después de una cirugía, y algunos consejos sobre cómo mantenerlas saludables.

¿Por qué es tan importante el cuidado de las encías para la salud bucal?

Unas encías sanas son la base para prevenir enfermedades como la periodontitis, una infección grave de las encías que afecta a los tejidos que rodean a los dientes. Si las descuidamos, pueden inflamarse, sangrar o incluso retraerse, lo que aumenta el riesgo de pérdida de piezas dentales. 

Pocas personas son conscientes de que la salud bucal puede tener conexiones con el bienestar general del organismo. Investigaciones recientes sugieren posibles asociaciones entre la inflamación crónica de las encías y ciertos factores de riesgo cardiovascular. La periodontitis (enfermedad avanzada de las encías) podría contribuir a un estado inflamatorio sistémico de bajo grado, que algunos estudios han relacionado con diversos aspectos de la salud cardiovascular.

Por esa razón es muy necesario entender las implicaciones para el bienestar general que el cuidado de los dientes y encías conlleva, lo que no se limita exclusivamente a la boca. 

Cómo cuidar las encías en el embarazo

Los cambios hormonales que experimenta el cuerpo durante un embarazo afectan a diferentes partes del cuerpo, incluidas, por supuesto, las encías. Es común que las mujeres embarazadas sean más propensas a desarrollar problemas como la gingivitis del embarazo, que se caracteriza por la presencia de encías rojas e inflamadas que pueden sangrar fácilmente.

Esto se explica cuando algunas hormonas como la progesterona aumentan el flujo sanguíneo hacia las encías, lo que las torna vulnerables y propensas a la irritación.

Algunos consejos para evitar la inflamación o sangrado de encías durante el embarazo son: 

  • Cepillado suave: elige un cepillo de dientes con filamentos suaves para que las encías no resulten dañadas.
  • Uso de hilo dental o cepillos interdentales: elimina los restos de comida y la placa bacteriana entre los dientes mediante el uso diario de hilo dental, ya que pueden causar inflamación.
  • Visitas regulares al dentista: nunca está de más consultar con un profesional para detectar a tiempo cualquier problema vinculado a las encías.

Además, se recomienda mantener una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y minerales, para mantener las encías saludables durante el embarazo.

Cuidado de las encías después de una cirugía o injerto

Después de que las encías se sometan a cualquier tipo de intervención, debemos procurar seguir las indicaciones del dentista al pie de la letra para que la recuperación sea exitosa y evitar posibles complicaciones como problemas en la cicatrización o el rechazo del injerto.

Los cuidados postoperatorios básicos incluyen:

  • Evitar la irritación

Evita cepillar de forma directa la zona afectada durante las primeras semanas. En su lugar, es más apropiado utilizar algún enjuague bucal antibacteriano para mantener la zona limpia (siempre con el aval del profesional).

  • Alimentos blandos

Mientras dure la recuperación, intenta consumir exclusivamente alimentos blandos y fríos. Así evitarás irritar a las encías, con las molestias que esto implica.

Cuidado de las encías retraídas e inflamadas

La recesión de las encías es un problema común que surge por factores tales como la falta de una higiene bucal adecuada, por el uso de prótesis dentales mal ajustadas o incluso como consecuencia del envejecimiento. La inflamación de las encías, por otro lado, es el primer signo de gingivitis y debe tratarse lo más pronto posible, ya que puede avanzar hacia una enfermedad periodontal más grave.

Las causas más comunes de las encías retraídas incluyen:

  1. Cepillado agresivo: sin darnos cuenta, podemos estar cepillando nuestros dientes con demasiada fuerza, lo que puede dañar las encías y provocar que se retraigan.
  2. Enfermedades periodontales: también sucede que las infecciones bacterianas hagan que las encías se inflamen y retrocedan.
  3. Factores genéticos: algunas personas tienen una mayor tendencia a tener encías retraídas debido a su genética.

Para prevenir el empeoramiento de las encías inflamadas o retraídas, es importante:

  • Cepillado suave: usar un cepillo de filamentos suaves y limpiar los dientes realizando movimientos suaves y circulares.
  • Uso de pasta dental para encías delicadas: este producto ayuda a fortalecer las encías y reducir la inflamación.
  • Visitas periódicas al dentista: de este modo será posible identificar cualquier problema en su etapa inicial.

Es importante mencionar que el hecho de no tratar la recesión de las encías a tiempo puede conllevar consecuencias a largo plazo, como mayor sensibilidad dental o la pérdida de dientes.

Cuidar tus encías es cuidar de tu bienestar integral

Si deseas gozar de una buena salud bucal en todas las etapas de tu vida, debes prestar especial atención al cuidado de las encías.

No se trata únicamente de adoptar hábitos saludables, sino también de ser constante en su implementación. De este modo podrás prevenir enfermedades indeseables y mantener una sonrisa saludable. 

No olvides que las visitas regulares al dentista son fundamentales para identificar cualquier problema en sus primeras etapas y poder tratarlo apropiadamente.

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